“Hugo Orlando Gatti fue un revolucionario futbolísticamente hablando, un adelantado…Y como todo adelantado y revolucionario, fue discutido en sus arranques. Era un arquero-jugador, manejaba la salida del equipo, te jugaba en toda el área grande y mucho con el pie. Lo que el Loco hacía es lo que hoy ningún arquero puede dejar de hacer. Competía con arqueros como Fillol y otros más, que eran muy buenos en base a condición física, voladas, achiques, pero con poca capacidad para ser desde el arco la salida del equipo”, cuenta el “Cabezón” Carlos Alberto Trullet que este domingo estaba volviendo de Colonia Aldao, donde sigue despuntando el vicio en la Liga Rafaelina de Fútbol.
“Tuve la fortuna de jugar con el Loco Gatti en la función de líbero, que yo tenía en el equipo de Juan Carlos Lorenzo, pero sin embargo tenía otro líbero atrás mío que era Hugo Orlando Gatti. Era un jugador, adelantado, todo un personaje con sus ocurrencias, sus salidas, buena gente, ganador, individualista, solitario, pero gran tipo. Lamento muchísimo su partida, pero deja indudablemente un recuerdo imborrable por su característica. Después de compartir con Gatti en Unión ese año 1975, termina siendo tricampeón de América con Boca. Me quedo con muchas cosas que no voy a contar, pero sí lamentar profundamente su partida”, agrega el “Cabezón” Carlos Alberto Trullet, que dejó su indudable marca como jugador y como DT en el Mundo Unión.
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