El pedido de condena se conoció este miércoles en Posadas. El exdiputado Germán Kiczka podría recibir 15 años de prisión por delitos vinculados a la pedofilia. Para su hermano Sebastián, también imputado, la fiscalía solicitó 12 años de cárcel.
La fiscalía lo acusó de distribuir, poseer y facilitar material de abuso sexual infantil. Su hermano Sebastián podría recibir 12 años. En la causa hay más de 100 archivos, pruebas forenses y testimonios estremecedores.
El pedido de condena se conoció este miércoles en Posadas. El exdiputado Germán Kiczka podría recibir 15 años de prisión por delitos vinculados a la pedofilia. Para su hermano Sebastián, también imputado, la fiscalía solicitó 12 años de cárcel.
Los fiscales Martín Rau y Vladimir Glinka sostuvieron que los acusados compartían una computadora que contenía más de 100 archivos de abuso sexual infantil. “Son coautores de tenencia y facilitación”, afirmó Glinka ante el tribunal.
Entre las pruebas exhibidas, se encontraron imágenes de menores en situaciones extremas, incluso en prácticas zoofílicas. “Me cuesta exhibir ese material”, reconoció uno de los fiscales. Solo los jueces pudieron ver los archivos.
En una de las carpetas del dispositivo, atribuida a Germán, hallaron imágenes de una adolescente de 16 años. También encontraron un mensaje dirigido a él: “Te perdono, pero no te vuelvas a acercar a mi hija porque te denuncio”. La autora del mensaje falleció.
El fiscal Glinka pidió que se investigue por falso testimonio al padre de los acusados, Leonardo Kiczka, y cuestionó la actitud del legislador Pedro Puerta. “No podemos aceptar que presente un escrito y no declare presencialmente”, sostuvo.
El juicio se desarrolla en el Tribunal Penal N°1 de Misiones. Solo algunas audiencias fueron públicas, debido a la gravedad del caso y la edad de las víctimas. Participaron más de 60 testigos.
Germán Kiczka declaró que es inocente y que todo se trata de una persecución política. Aceptó haber descargado pornografía, pero negó que incluyera menores de 13 años. “Estudiaba a distancia, usaba el pendrive para apuntes”, dijo.
Sobre el grupo de Telegram en el que se compartía contenido ilegal, afirmó: “Jamás escribí ni participé de ninguna manera”. También defendió su canal de YouTube orientado a chicos: “Era un juego familiar, no algo perverso”.
Su hermano Sebastián admitió la tenencia del material, aunque se justificó diciendo que padece “una compulsión psicológica” y que no sabía que ver ese tipo de videos era delito. “Está en internet, al alcance, y no vi el problema”, declaró.
Los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Yaya deberán dictar sentencia en las próximas horas. La fiscalía considera probado que ambos hermanos accedieron, almacenaron y compartieron material de abuso sexual infantil en reiteradas oportunidades.
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