Guía para combinar zapatillas de colores y marcar tendencia
Conocé las claves para elegir el tono ideal, lograr combinaciones equilibradas y adaptar tu calzado a cualquier ocasión, desde una salida casual hasta un look más formal.
Las zapatillas de colores suman estilo y personalidad a cualquier look.
Las zapatillas de colores pasaron de ser un accesorio meramente deportivo a convertirse en una pieza clave del vestuario urbano y moderno. Ya no es raro verlas en oficinas informales, salidas nocturnas o incluso en eventos sociales donde antes solo reinaban los zapatos clásicos.
Pero, aunque aportan frescura y originalidad, combinarlas puede ser un desafío si no se tiene en cuenta el equilibrio visual del conjunto.
Elegir bien el color
El primer paso para armar un buen look con zapatillas de colores es saber elegir el tono adecuado. Las opciones son muchas, pero no todas funcionan igual en todos los contextos. Las zapatillas blancas, negras o grises son ideales si buscás versatilidad, ya que se adaptan a casi cualquier estilo.
Una opción cómoda y versátil para expresar tu estilo.
Si preferís destacar, los tonos intensos como rojo, verde, fucsia o azul eléctrico aportan un aire juvenil y llamativo. Y si lo tuyo es algo más suave, los pasteles —como el lila, el rosa claro o el celeste— son perfectos para un look delicado y relajado.
Cómo combinarlas sin fallar
Un truco para no equivocarse es dejar que las zapatillas sean el centro de atención. Para eso, lo mejor es combinarlas con prendas de colores neutros. Un jean clásico, una camiseta blanca o gris, o un pantalón de vestir en tonos beige o negro ayudan a lograr un equilibrio y dejan que el calzado resalte sin competir con otras prendas.
Combinarlas con prendas neutras es la clave para que resalten.
En looks más pulidos, se pueden sumar blazers o chaquetas lisas que mantengan la armonía. Las zapatillas de colores también funcionan muy bien con faldas midi o vestidos informales, ideal para un estilo urbano y cómodo.
Atreverse al contraste
Si lo que buscás es un look más jugado, podés probar con combinaciones de colores complementarios. Por ejemplo, unas zapatillas amarillas con detalles en violeta, o unas rojas con prendas verde oliva. La clave está en elegir una sola prenda o accesorio que dialogue con el color del calzado, y mantener el resto en tonos neutros para no recargar el conjunto.
Los tonos vibrantes marcan tendencia esta temporada.
Adaptarlas según la ocasión
Aunque son informales por naturaleza, las zapatillas de colores pueden adaptarse a distintas situaciones. En un entorno laboral relajado, se pueden usar con pantalones de corte recto y camisas básicas. Para una salida casual, quedan bien con joggers, bermudas o vestidos amplios. En todos los casos, el truco es combinar con equilibrio y confianza.
Las zapatillas de colores son cómodas, modernas y expresivas. Con algunos cuidados y buenas combinaciones, pueden ser el toque perfecto para marcar estilo en cualquier momento del día.
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