El encuentro se disputó en el estadio Roque Otrino y tuvo todos los condimentos: goles, pierna fuerte, expulsiones y una tensión que duró hasta el último segundo.
El equipo tatengue se impuso por 3 a 2 ante Colón en un duelo vibrante y cargado de emociones, que abrió la tercera fecha del torneo Apertura de la Liga Santafesina de Futsal.
El encuentro se disputó en el estadio Roque Otrino y tuvo todos los condimentos: goles, pierna fuerte, expulsiones y una tensión que duró hasta el último segundo.
Por la Liga Santafesina de Fútbol, el clásico de futsal entre Colón y Unión volvió a ser el centro de todas las miradas, y esta vez fue el tatengue el que terminó festejando. En un encuentro repleto de intensidad y emociones, el equipo dirigido por Julián Barisone se impuso por 3 a 2 y arrancó con el pie derecho una nueva fecha del torneo Apertura.
El partido se jugó en el gimnasio Roque Otrino, ante un buen marco de público que acompañó con entusiasmo, y terminó con una celebración eufórica de los jugadores y simpatizantes rojiblancos.
El resultado final reflejó la paridad y el dramatismo de un duelo que fue cambiante, muy físico y cargado de situaciones. Aunque por momentos el juego se volvió desprolijo, el espectáculo no decepcionó: hubo pasajes de alto voltaje, goles de buena factura, una expulsión que marcó un quiebre y una definición apretada que mantuvo la incertidumbre hasta el final.
Desde el pitazo inicial, ambos equipos salieron decididos a imponer condiciones. El ritmo fue alto, con presión constante y una disputa cerrada en cada sector de la cancha. En ese contexto, Unión fue el primero en golpear.
A los 13:30 minutos del primer tiempo, Augusto Cortese aprovechó un descuido defensivo de su rival y con un remate certero puso el 1 a 0 para el local. La ventaja parcial generó una ráfaga de entusiasmo en el tatengue, que intentó aprovechar el envión para ampliar la diferencia.
Sin embargo, Colón no tardó en reaccionar. Con mayor tenencia y movilidad en ataque, el equipo de Jonatan Romitti logró el empate sobre el cierre del primer tiempo. A los 17:48, Axel Barrera conectó con precisión y selló el 1 a 1 con el que se fueron al descanso.
El marcador parcial era justo: los dos habían tenido sus momentos, y el juego seguía totalmente abierto.
En la segunda mitad, la dinámica del partido cambió. Unión ajustó detalles en defensa, logró ser más profundo en ataque y encontró espacios que hasta entonces no había podido aprovechar. Con más decisión que su rival, los de Barisone volvieron a marcar diferencias en el marcador.
A los 17:27, Maximiliano Benítez apareció en el momento justo para empujar al gol una jugada colectiva y poner el 2 a 1 para el tatengue.
Ese golpe fue letal para Colón, que todavía no terminaba de reacomodarse cuando, apenas un minuto más tarde (16:25), Franco Obregón amplió la ventaja. El 3 a 1 parcial parecía encaminar la historia para el dueño de casa. El banco tatengue estallaba de alegría y en las tribunas se empezaban a preparar los festejos.
Pero el clásico no da respiros. Colón, herido en su orgullo, se lanzó con todo al ataque. Con más ganas que claridad, logró descontar a los 17:46 gracias a un tanto de Luis Mugni, que le devolvió el suspenso al desenlace. El 3 a 2 obligó a Unión a extremar cuidados defensivos en los minutos finales, en los que la visita buscó con insistencia, pero sin eficacia, el empate que nunca llegó.
Un detalle que no fue menor fue la expulsión de Marcelo Bardus, que vio la segunda amarilla y dejó a Colón con un jugador menos en un tramo clave del partido. La inferioridad numérica obligó al sabalero a redoblar esfuerzos, pero también facilitó que Unión encontrara los huecos necesarios para hacer daño en los minutos más decisivos.
El pitazo final de los árbitros Juan Bonnin, Oscar Céspedes y Leonardo Vivas desató la euforia rojiblanca. Los jugadores se abrazaron en el centro del campo, mientras el cuerpo técnico celebraba un triunfo que va más allá de los tres puntos.
Ganar un clásico siempre significa mucho más: es una inyección anímica, una confirmación del trabajo realizado y un envión que puede marcar tendencia en el futuro inmediato del campeonato.
Colón (2): Mariano Velázquez, Marcelo Bardus, Franco Sánchez, Matías Britos y Mariano Simez (FI); ingresaron luego Santiago Chiavarini, Fernando Graña, Luis Mugni y Germán Britos. DT: Jonatan Romitti.
Unión (3): Agustín Colli; Ramiro Benítez, Mauricio Azcurra, Jonatan Correa y Augusto Cortese (FI); ingresaron Francisco Parola, Franco Obregón, Maximiliano Benítez y Agustín Amado. DT: Julián Barisone.
Goles: en el primer tiempo, 13.30, Augusto Cortese (U), 17.48, Axel Barrera (C); en el segundo tiempo, 17.27, Maximiliano Benítez (U), 16.25, Franco Obregón (U), 17.46, Luis Mugni (C).
Amonestados: Velázquez, Bardus, Germán Britos (Colón); Benítez, Correa (Unión).
Expulsado: Marcelo Bardus (Colón), por doble amonestación.
Árbitros: Juan Bonnin, Oscar Céspedes, Leonardo Vivas.
Cronometrista: Nicolás Mottier.
Cancha: Gimnasio Roque Otrino.
Cobertura: Mauro González.
Con este triunfo, Unión reafirma su protagonismo en el Apertura y, al mismo tiempo, refuerza el espíritu competitivo del plantel, que sigue sumando confianza en una temporada que promete.
Colón, por su parte, tendrá que reordenarse y buscar revancha rápidamente para no perder terreno en la lucha por los puestos de vanguardia. Pero lo cierto es que, por ahora, el clásico se pintó de rojo y blanco.
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