Tres grandes pinturas que representan la resurrección de Cristo
De Piero della Francesca a El Greco, pasando por Tintoretto, un repaso por un conjunto de obras clave que marcaron hitos en la historia del arte occidental.
Fragmento de "Resurrección de Cristo", de Tintoretto. Foto: Scuola Grande di San Rocco de Venecia
La Pascua es la celebración de la resurrección de Cristo. Es el corazón de la fe católica, el instante sagrado en que la muerte se repliega y la vida eterna florece. Es la promesa cumplida, la piedra removida, el sol que nace sobre el sepulcro vacío.
Para los creyentes, es el milagro que transforma el dolor en esperanza, la cruz en triunfo y el final en comienzo. En la resurrección de Cristo, los católicos encuentran la certeza de que el amor es más fuerte que la muerte.
Este episodio central del cristianismo fue retratado muchas veces. Entre las muchas representaciones que dejó el arte occidental, hay tres que sobresalen por su profundidad y la genialidad de sus autores.
En este recorrido, proponemos un análisis de tres obras maestras que, desde diferentes lenguajes plásticos, todavía siguen conmoviendo a creyentes y amantes del arte.
"La resurrección de Cristo" de Piero della Francesca. Foto: Museo Cívico de Sansepolcro
La Resurrección renacentista
Realizada hacia 1465, la "Resurrección" de Piero della Francescaes una de las piezas más admiradas del Renacimiento italiano.
Pintada para el Palazzo della Residenza en Sansepolcro, su ciudad natal, esta obra fue declarada por el escritor Aldous Huxley (a quien los lectores recordarán por "Un mundo feliz" como "la pintura más hermosa del mundo".
Piero logró una composición serena: Cristo sale del sepulcro con la mirada firme y una bandera en la mano, símbolo de victoria sobre la muerte. A sus pies yacen soldados dormidos, ajenos al milagro que se desenvuelve frente a ellos.
El paisaje del fondo tiene un detalle particular: está dividido entre un lado invernal y otro primaveral. Esto subraya el mensaje de transformación y renacimiento.
La obra representa los ideales del humanismo renacentista, en los cuales divinidad y razón no se excluyen entre sí, sino que se unen en una visión optimista del mundo.
"Este cuadro impresiona por su realismo. Pinturas posteriores, sin embargo, ya pintan a un Cristo volando por los aires, ya más idealizados. Pese a que la mirada del Cristo de Piero es un poco tosca en su técnica, no deja de ser imponente por su gran realismo", señala Nelly Aquino.
Scuola Grande di San Rocco de Venecia
La teatralidad de la fe
Un siglo más tarde Tintoretto, ofrecía una visión completamente distinta de la resurrección. La escena es una de las que integra el conjunto decorativo que el artista realizó para la Sala Superior de la Scuola Grande di San Rocco.
En su versión, el cuerpo de Jesús se eleva como impulsado por una energía que lo arrastra hacia lo alto, rodeado de ángeles y con un gesto que rompe con la idea de quietud.
La luz juega un papel dramático: atraviesa la escena en diagonales que dirigen la mirada del espectador, provocando un efecto teatral.
Frente al equilibrio de Piero, Tintoretto propone un relato visual que pone foco en el movimiento, el éxtasis y la emoción. Su Cristo no contempla, más bien actúa. No hay una premisa de serenidad, sino de estallido.
"La Resurrección de Cristo" de El Greco. Foto: Museo del Prado
Mística y modernidad desde Toledo
Entre 1597 y 1604, Doménikos Theotokópoulos, más conocido comoEl Greco, pintó su versión de la Resurrección en un estilo personal, por fuera de los cánones clásicos de su tiempo.
La obra, conservada en el Museo del Prado, muestra a un Cristo de figura estilizada, alargada y solemne que parece flotar más que levantarse.
A diferencia de sus predecesores, El Greco deja a un lado toda intención de narrar el evento con fidelidad o realismo, opta por una representación idealizada.
Leticia Ruíz Gómez, en la página web del Museo de Prado, señala que la tela es "un prodigio de fuerza expresiva".
Como señaló Victor Stoichita "emana una enorme energía basada en la retórica del exceso, tanto en la proyección del espacio, como de la iluminación o de representación de las formas humanas".
La Pascua y el arte
Estas tres representaciones de la resurrección de Cristo ofrecen, aún hoy, diferentes formas de conectar con el misterio pascual. También son una invitación a mirar el arte como un diálogo con lo eterno.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.